Originaria de las regiones tropicales de Asia, desde el Himalaya hasta Indonesia, esta planta es especialmente apreciada por su capacidad para crecer en condiciones de baja luz y su espectacular floración.
Durante los meses de verano, produce flores tubulares que pueden variar en color desde el rojo intenso hasta el naranja brillante, lo que agrega un impacto visual impresionante a cualquier habitación.
Variedades más conocidas:
Existen muchas especies y variedades dentro del género Aeschynanthus, pero algunas de las más populares incluyen:
- Aeschynanthus radicans - Famosa por sus flores rojas y su robusto crecimiento, esta variedad es especialmente popular para cultivar en cestas colgantes.
- Aeschynanthus lobbianus - Conocida por sus largas flores que pueden ser más intensas en color, es ideal para aquellos que buscan un espectáculo floral más dramático.
- Aeschynanthus speciosus - A menudo alabada por sus impresionantes flores naranjas, esta variedad puede proporcionar un contraste vibrante contra la mayoría de las decoraciones interiores.
Cuidados básicos:
Cuidar de una Aeschynanthus es relativamente sencillo, pero hay algunos puntos clave que deben tenerse en cuenta para mantener la planta saludable y floreciente:
- Luz: Prefiere luz brillante e indirecta. Aunque puede tolerar niveles más bajos de luz, una luz insuficiente puede reducir la floración.
- Riego: Le gusta el suelo consistentemente húmedo, pero no encharcado. Es importante permitir que la parte superior del suelo se seque entre riegos para evitar la pudrición de las raíces.
- Humedad: Disfruta de un ambiente húmedo. Rociar las hojas o colocar la planta cerca de un humidificador puede ayudar a imitar las condiciones de su hábitat natural.
- Temperatura: Prefiere temperaturas cálidas, generalmente entre 18°C y 25°C. Debe protegerse de corrientes de aire frío.
- Fertilización: Fertilizar con un abono equilibrado cada dos semanas durante la temporada de crecimiento puede estimular un mejor crecimiento y floración.